Un Programa Experiencial de Empleo y Formación es un proyecto enfocado a la mejora de empleabilidad e inserción profesional de las personas participantes. Tiene carácter temporal, entre seis y doce meses, y combina aprendizaje y cualificación (generalmente asociados a un certificado de profesionalidad) con el trabajo productivo en una actividad de interés público o social.

Están dirigidos a personas desempleadas, demandantes de empleo inscritos en una oficina de empleo del INAEM, que cumplan los requisitos establecidos en la convocatoria para acogerse a un contrato de formación.

En julio del año 2022 se publicó la norma que regula y establece las bases este tipo de programas y en octubre se realizó la primera convocatoria de esta modalidad.

Para la selección de los participantes se valoran varios criterios:

  • Colectivos de preferencia: personas trabajadoras jóvenes menores de 35 años; personas desempleadas de larga duración; en aquellos proyectos que vayan a desarrollarse en municipios de menos de 30.000 habitantes, las mujeres residentes en municipios de dichas características poblacionales; personas trabajadoras con baja cualificación; víctimas de violencia de género; personas inmigrantes procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo; personas que tengan reconocida la condición de refugiado; personas solicitantes o beneficiarias de protección internacional, del estatuto de apátrida o de protección temporal; minorías étnicas; mujeres no incorporadas al mercado laboral hace más de cinco años; personas en situación o riesgo de exclusión; y las personas con discapacidad.

Los programas tienen una fase formativa inicial en la que se imparte el contenido mínimo establecido en el real decreto que regula el certificado y otra fase de formación en alternancia con la práctica profesional, es decir, con trabajo efectivo.

Además, se recibe formación complementaria (dependiendo de la especialidad del taller estará enfocada a diferentes materias) y orientación profesional.

Al finalizar el programa el alumno-trabajador recibe un diploma expedido por el Instituto Aragonés de Empleo donde consta la duración en horas de su participación en el programa, los módulos formativos cursados, asociados o no a unidades de competencia y la cualificación o competencia profesional adquirida. Además, pueden solicitar la expedición de certificados de profesionalidad o, en su caso, acreditación parcial de unidades de competencia.